Objetivo: Lograr que los niños y adolescentes comprendan la
importancia de la Semilla de Fe y Amor
que Jesús ha sembrado en nosotros y cuanto fruto daremos si vivimos como tierra
fértil.
Sugerencias Metodológicas:
- En el encuentro se propone sembrar semillas. Prever vasos con tierra en cantidad según la asistencia de los niños y adolescentes, como también algunas semillas que germinan rápido como: girasol, frijol, alfalfa, sandía, amapola, campanilla, etc. Estos materiales pueden ser solicitados a los niños y adolescentes con anterioridad.
- Si no es posible el sembrar las semillas, apoyarse de la hoja de trabajo que aparece en el folleto de formación.
- Si existen los medios para proyectar el video de El Sembrador proporcionado en vez de leer la semilla, sería bueno. No olvidar que si se proyecta, ir comentando el video puesto que no contiene voces de la lectura.
- Hacer un cartel con la imagen de Jesús donde tenga en sus manos dos semillas o únicamente unas manos con dos semillas y ponerlo en un lugar visible durante el encuentro. Escribirle el tema del encuentro.
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Canto: El Sembrador (Himno del Encuentro)
Saludo: ¡Esparciendo junto a María, la fe y la
alegría! Hola misioneritos y misioneritas, hoy nos preparamos con gran Alegría
para celebrar nuestro VII Encuentro Diocesano de Infancia y Adolescencia
Misionera, junto a la Virgen María, nuestra Madre. Por eso en este encuentro
conoceremos sobre cómo Jesús siembre la semilla en nosotros y nos permite
reflexionar sobre qué tipo de tierra somos… seremos tierra fértil? Hoy lo
afirmaremos!
Oración: Amigo Jesús, estamos alegres de preparar
nuestro corazón junto a nuestra Madre la Virgen María. Queremos ser tierra buena,
donde Tu Palabra germine, podamos vivirla y dar muchos frutos por ella,
viviendo nuestra fe y amor junto a nuestros hermanos, lo que tú, con tanto amor
nos has dado. Amén.
Semilla Misionera: Escuchando a Jesús, Lucas 8, 5- 8
“– Salió el
sembrador a sembrar la semilla. Al sembrar unas semillas cayeron junto al
camino: las pisaron y las aves del cielo se las comieron. Otras cayeron sobre
piedras; brotaron y se secaron por la falta de humedad. Otras cayeron entre
espinos, y al crecer los espinos con ellas, las ahogaron. Otras cayeron en
tierra fértil y dieron fruto al ciento por uno…. El que tenga oídos que
escuche.”
Reflexión: Hemos escuchado una gran parábola de Jesús,
que nos enseña los tipos de tierra, que son nuestros corazones a la escucha de
la Palabra de Dios, siendo su Palabra ésa semilla que cae en nosotros. Dios
cuando nos estaba creando puso en nosotros muchas semillas que hoy las podemos
ver en sus dones y virtudes y otras que muy pronto se verán a medida que
vayamos creciendo. Cada vez que escuchamos la Palabra de Dios, Jesús vuelve a
tirar semillas en nuestros corazones… en qué tipo de tierra estará ésa
semillita de fe y amor que ha tirado a nuestro corazón, con la esperanza de que
germine y dé muchos frutos? (animar a comentar)
Desde nuestro bautismo Jesús prepara nuestros corazones
para recibir esta semilla que es la Palabra de Dios, y como los pequeños y
grandes misioneros de Él, nos ayuda a ser tierra fértil para poder hacer
germinar, producir, compartir y repartir las semillas y frutos que nacen en
nuestro corazón.
Veamos el cartel que tenemos acá… en el está Jesús con
dos grandes semillas que quiere sembrar en nosotros, las cuales son FE y AMOR.
Estamos dispuestos a aceptarla y multiplicarla al ciento por uno? Cómo debe ser
nuestra actitud ante ése regalo… pongamos atención:
- “Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
- Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
- El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
- Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.”
Cuál será? Muy bien,
actitud de tierra buena!! Por eso ahora vamos a sembrar unas semillas en un
poco de tierra. Ése vasito somos nosotros y las semillas son la Fe y el Amor
que Él quiere y ha sembrado desde ya en nuestro corazón.
- Qué tipo de tierra somos cuando nos portamos mal? Qué pasa a nuestras semillitas o plantitas?
- Qué cosas debemos hacer para que las plantas crezcan y den frutos, flores, etc.?
- Nosotros, que podemos hacer para hacer germinar nuestra semillita y que dé frutos?
- Qué pasaría si no somos perseverantes y no cuidamos la semilla depositada en nosotros?
- Vuelve Jesús a tirar semillitas a nuestros corazones cuando leemos las semillas misioneras, cuando escuchamos el evangelio en las misas o celebraciones de la Palabra?
- Hoy cual será nuestra actitud al escuchar la Palabra de Dios?
Una vez finalizada la
actividad de la siembra hacemos un círculo y en el centro la mesa con la Biblia
abierta y la vela encendida.
Ahora amigos, vamos a
disponer nuestro corazón fértil con las semillas de Fe y Amor que Jesús nos ha
dado y que al ejemplo de la Virgen María, la acojamos con mucho valor, la
meditemos y la vivamos con alegría junto a los demás que nos rodean, para que
ellos también puedan hacer germinar esas semillitas que Jesús ha puesto en su
corazón. Junto a este gesto maravilloso, mientras cantamos vamos poniendo
nuestro vasito cerca de la Biblia. Cantar: El Sembrador (Himno del Encuentro)
Seremos Misioneros:
- Vamos a contar a todos los de nuestra casa lo que hemos hecho hoy y que actitud debemos tener ante la escucha de la Palabra de Dios.
- Vamos a cuidar mucho la semillita sembrada y la traeremos el próximo encuentro.
- Todos los días oraré para que dé muchos frutos en nosotros y todos los que escuchamos la Palabra de Dios.
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